jueves, 10 de mayo de 2018

4. ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL TEMA


     Recordemos que la forma la constituyen las palabras y el entramado gramatical del texto, es decir, el lenguaje mediante el  cual el autor expresa el tema. Esto reitera el vínculo indisoluble que une el tema y la forma, como el existente entre el  significado y su significante (signo).
     Pero a esta relación de necesidad que vincula el tema con la expresión formal del texto la regula, según el profesor Lázaro Carreter,  un “principio fundamental”, de acuerdo al cual el tema no sólo debe estar  presente en todos y cada uno de los aspectos formales del texto, en sus palabras y expresiones gramaticales, sino que además, y esencialmente, debe ser un factor determinante de los aspectos o rasgos característicos de éste.
    Palabra a palabra,  frases a frase, párrafo a párrafo, el análisis del texto a partir del “principio fundamental”, y según el cual el tema debe estar  no sólo presente sino además  ser el principal elemento determinante  del texto, hace de este cuarto nivel el paso más importante del ejercicio analítico total de una obra.
     Así pues, si hemos identificado correctamente el tema, como vimos en el artículo titulado: 2. Obtención del Tema a Partir del Fondo y la Forma, el análisis interpretativo está en el camino correcto.
     Vamos a proceder a la verificación del “principio fundamental” en el ya citado cuento de Wilde identificando el tema en cada uno de los apartados en los que hemos dividido dicho texto, lo cual nos permitirá, simultáneamente, analizar  y comentar sus rasgos formales a la luz del tema.
     El tema: el poder de atracción individual y el dominio colectivo.
     Los apartados:
     Apartado 1 (Planteamiento):
     “Había una vez un imán y en el vecindario vivían unas limaduras de acero. Un día, a 2 limaduras se les ocurrió bruscamente visitar al imán…”
     En este primer apartado Wilde nos introduce en el cuento de la manera como casi siempre empiezan los cuentos infantiles clásicos: “Había una vez…”; expresión literaria que es un lugar común del cuento, en cuyo argumento temático se pretende brindar una lección de carácter ético, moral ó sociológico a través de las vicisitudes de sus personajes. 
     En este par de frases iniciales se puede ver  el planteamiento formal del tema que, por supuesto, sólo a estas alturas del análisis se nos hace evidente. El imán y las limaduras encarnan los personajes protagónicos que cumplen el rol individual y colectivo respectivamente exigido por el tema. El imán, por su naturaleza, posee un poder magnético, que comienza a manifestarse inadvertidamente sobre las limaduras: “Un día,  a dos limaduras se les ocurrió bruscamente visitar al imán…” Aquí el poder de atracción nos es  manifiesto  como una simple aunque brusca ocurrencia.

     Apartado 2 (Nudo):
     “…y empezaron a hablar de lo agradable que sería esta visita. Otras limaduras cercanas sorprendieron la conversación y las embargó el mismo deseo. Se agregaron otras y al fin todas las limaduras empezaron a discutir el asunto y gradualmente el vago deseo se transformó en impulso. ¿Por qué no ir hoy?, dijeron algunas, pero otras opinaron que sería mejor esperar hasta el día siguiente. Mientras tanto, sin advertirlo, habían ido acercándose al imán, que estaba muy tranquilo, como si no se diera cuenta de nada.”
     En este segundo apartado, que constituye el nudo del relato, podemos observar como el poder  de atracción del imán se extiende gradual pero inexorablemente a todas las limaduras hasta convertirse en apremio. Observemos que el texto expresa de forma delicada, pero también deliberadamente este aumento gradual del influjo magnético: partiendo de lo agradable que sería esta visita”, pasa luego por un “vago deseo” que las embarga y finaliza transformado en impulso. Y aunque algunas limaduras se resistían, la fuerza de atracción emanada por el imán las acercaba a él poco a poco, a todas por igual sin que éstas se dieran cuenta.
    
     Apartado 3 (Clímax):
     “Así prosiguieron discutiendo, siempre acercándose al imán, y cuanto más hablaban, más fuerte era el impulso, hasta que las más impacientes declararon que irían ese mismo día, hicieran lo que hicieran las otras. Se oyó decir a algunas que su deber era visitar al imán y que hacía ya tiempo que le debían esa visita. Mientras hablaban, seguían inconscientemente acercándose.
     Al fin, prevalecieron las impacientes, y en un impulso irresistible, la comunidad entera gritó:
     -Inútil esperar. Iremos hoy. Iremos ahora. Iremos en el acto”.
     Este tercer apartado constituye un verdadero clímax en el desarrollo y exposición del tema. Ya desde el apartado anterior vemos una estrecha relación  entre el diálogo y discusión de las limaduras por la visita al imán y la manifestación del aumento gradual del influjo magnético sobre éstas. Aquí se expresa claramente la evidente  influencia  que el imán ejerce sobre las limaduras a través del diálogo entre ellas: “Así prosiguieron discutiendo, siempre acercándose al imán, y cuanto más hablaban, más fuerte era el impulso,…” 
     Ahora el impulso generado por el poder de atracción individual del imán se traduce a través del diálogo de las limaduras en impaciencia, en deber y en la declarada resolución, de algunas de ellas, de visitarlo cuanto antes, la cual se convierte en un elemento adicional que potencializa la fuerza de atracción presente “en un impulso irresistible” para toda la comunidad. Ya en este punto, el influjo abraza totalmente la supuesta decisión colectiva: “-Inútil esperar. Iremos hoy. Iremos ahora. Iremos en el acto”.

     Apartado 4 (Desenlace):
     “La masa unánime se precipitó y quedó pegada al imán por todos lados. El imán sonrió, porque las limaduras de acero estaban convencidas de que su visita era voluntaria.”
     Ya Wilde no habla de dos limaduras o de varias limaduras atraídas por el imán. Ahora denomina como masa a ese colectivo o comunidad; conglomerado inconsciente e irracional de individuos sometida  a un fuerte poder de atracción individual, al que sigue o se dirige, tan enajenada que es incapaz de reconocer el determinante influjo global sobre la supuesta decisión individual de sus miembros.             
     Conforme al “principio fundamental”, observemos, una vez más, que el tema no solo está presente a lo largo de todo el texto y sus apartados,  sino que determina sus rasgos formales, tanto semánticos y sintácticos como gramaticales.   

     Hasta pronto!

4. ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL TEMA

     Recordemos que la forma la constituyen las palabras y el entramado gramatical del texto, es decir, el lenguaje mediante el   cual ...